viernes, 12 de abril de 2019

“AHORA Y SIEMPRE.”

   El carismático entrenador del FC Sevilla, Joaquín Caparrós anunció a principios de semana que tiene una leucemia crónica. A pesar de que la primera impresión puede ser negativa por tratarse de una enfermedad a la que se le tiene mucho miedo en la actualidad y que ha sido muy visibilizada en los medios de comunicación, el entrenador se encuentra bien y no necesita tratamiento. 

Caparrós, entrenador del FC Sevilla
   Como le explicaba a mis alumnos de 3º ESO el martes, aprovechando el tema del sistema inmune y la noticia tan reciente, las enfermedades pueden clasificarse en función de distintos criterios. Si utilizamos como criterio la velocidad a la que se manifiestan y su duración, podríamos diferenciar entre:
  • Enfermedades agudas: Aquella que tienen un inicio y un fin claramente definidos y son de corta duración. Generalmente, se considera que su duración es menor de tres meses. 
  • Enfermedades crónicas: Por contra son enfermedades de larga duración y por lo general de progresión lenta. 
   La leucemia es un cáncer de los glóbulos blancos, un tipo de células de la sangre que ayudan al organismo a combatir infecciones. Las células sanguíneas se forman en la médula ósea, pero en las personas con leucemia, la médula ósea produce glóbulos blancos anormales. Estas células reemplazan a las células sanguíneas sanas y dificultan que la sangre cumpla su función. Pueden ser agudas o crónicas. En la leucemia aguda las células son muy anormales y su número aumenta rápidamente, mientras que la crónica crece lentamente.  
  1. Leucemias agudas: Se producen con rapidez, y el número de células leucémicas aumenta rápidamente (prácticamente todas las células que se producen son muy inmaduras).
  2. Leucemias crónicas: Se producen lentamente y son mejor toleradas. Al principio, las células leucémicas se comportan casi como las células normales y, a veces, el primer signo de enfermedad puede ser el hallazgo de células anormales en un análisis de sangre rutinario. Si no se tratan, las células leucémicas acaban desplazando a las células normales.
   En el caso de Joaquín Caparrós, la detección ha sido temprana y al tratarse del tipo crónico, podrá seguir ejerciendo su profesión con normalidad, no necesitará tratamiento y la esperanza de vida puede alcanzar perfectamente la de una persona sana, incluso existe tratamientos disponibles eficaces y que pueden incluso llegar a lograr la remisión de la enfermedad. 

   Aprovechando la noticia vamos a desarrollar uno de estos tipos a partir de la película "Ahora y siempre", como siempre, gracias al trabajo de uno de mis alumnos de la asignatura de Anatomía Aplicada.  

 

 "Ahora y siempre" es una película británica de 2012 dirigida por Ol Parker. La película cuenta la historia de Tessa, una chica que está muriendo de leucemia y trata de disfrutar de su vida tanto como sea posible.



Tessa es diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda. A pesar de su devoción de cuatro años a la quimioterapia, ha descubierto que su cáncer es terminal y sus médicos le dan muy poco tiempo de vida. Tessa, con la ayuda de su mejor amiga Zoey crea una lista de cosas que quiere hacer antes de morir, incluyendo algunos de los comportamientos de riesgo que considere necesarios para sentir que "vivió"

Los protagonistas de la película
   En la película se dan una serie de momentos en lo cuáles se demuestran los síntomas de la leucemia, sus tratamientos y como la protagonista los lleva a cabo, asociando así cada momento a momentos de la vida real de una persona que padece esta enfermedad.

    Uno persona que padece leucemia suele tener ciertos ataques de sangrados abundantes por la nariz de forma repentina. En la película, en el minuto 63, la protagonista sufre un fuerte sangrado en la nariz de forma inesperada a pesar de encontarse físicamente bien en ese momento.

    Otro momento de la película que vincula la vida real de un paciente con leucemia con la de la protagonista, es el momento en el que se somete a su tratamiento, la quimioterapia. En el minuto 28 de la película observamos como una enfermera le inserta una dosis de fármacos por vía intravenosa a la protagonista.


    Del minuto 64 al 67, se muestra un ejemplo de cómo deben de actuar los médicos ante una hemorrágea nasal de una persona con leucemia. La protagonista acude al hospital después de una fuerte pérdida de sangre, una vez ahí los médicos le realizan una serie de preguntas sobre los síntomas que ha padecido anteriormente. Posteriormente le insertan unas gasas obstructoras para parar la hemorragia y la someten a una transfusión de sangre.


   El fin de esta película es intentar mostrar al público cómo puede llegar a ser la vida de un adolescente que padece esta enfermedad, cómo puede apoyarse y contar con grupos médicos y como debe actuar en muchos casos en los que la enfermedad actúa por si sola.

¿Qué es

   Leucemia es el término general que se usa para denominar varios tipos distintos de cáncer de la sangre. La leucemia linfoblástica aguda (LLA) es uno de los cuatro tipos principales de leucemia.

   La LLA consiste en un aumento anormal de los linfoblastos en la persona que la padece, estos linfoblastos no evoluciona a linfocitos maduros por lo que son incompetentes a la hora de defender a la persona de infecciones y su número desorbitado desplaza a las células normales de la medula ósea ocasionando bajada de los glóbulos rojos, las plaquetas y los glóbulos blancos normales lo que se traduce en anemia, posibles sangrados e infecciones.

Frotis sanguíneo de una muestra normal
Frotis sanguíneo de una muestra con leucemia
Causas de la leucemia linfoblástica aguda.
   La leucemia linfoblástica aguda comienza con un cambio en una sola célula de la médula ósea. Los médicos no saben qué es lo que causa la mayoría de los casos de esta enfermedad por lo que no es posible, a día de hoy, prevenirla.

   Los factores a tener en cuenta como causas posibles de este tipo de leucemias son:
  • Factores genéticos, es decir, alteraciones de los cromosomas que predisponen a la aparición de estas enfermedades.
  • Estar expuesto a los rayos X antes del nacimiento.
  • Estar expuesto a radiaciones ionizantes, como en el caso de la radioterapia a altas dosis o la exposición a radiaciones nucleares no controladas.
  • Ciertas sustancias químicas, como por ejemplo benceno, sustancias alquilantes, nitrosoureas o cloramfenicol.
  • Haber tenido un tratamiento anterior con quimioterapia.
  • Infecciones por algunos tipos de virus, concretamente ciertos retrovirus.
  • Tener ciertas afecciones genéticas, como las siguientes:
  • Síndrome de Down.
  • Neurofibromatosis tipo 1.
  • Síndrome de Bloom.
  • Anemia de Fanconi.
Síntomas generales en una leucemia
 
 SIGNOS Y SÍNTOMAS.

    Los síntomas y signos que sufrirá una persona con una leucemia linfoblastica estarán relacionados por un lado con el crecimiento descontrolado de linfoblastos y por otro por la dificultad o incluso fracaso total que ocasiona la enfermedad para la producción de las células sanguíneas normales. De esta forma una persona con leucemia linfoblástica aguda puede tener los siguientes signos y síntomas:
  • Dolores en las piernas, los brazos o las caderas
  • Dolor o sensación de saciedad debajo de las costillas
  • Agrandamiento de los ganglios linfáticos (masas en el cuello, axilas, estómago, o ingle, llamadas también adenopatías)
  •  Fiebre sin causa aparente
  • Pérdida de peso sin explicación
  • Dolor de huesos o articulaciones
  • Vómitos
  • Pérdida de apetito
  • Moretones (hematomas) de fácil aparición sin causa obvia
  • Piel de aspecto pálido
  • Puntos rojos en la piel, del tamaño de una cabeza de alfiler, llamados petequia
Punción lumbar para el diagnóstico

TRATAMIENTO PARA LA LEUCEMIA LINFOBLÁSTICA.

    El tratamiento principal de los niños con leucemia linfocítica aguda (ALL) es quimioterapia, la cual se divide usualmente en tres fases principales:
  1. Inducción
  2. Consolidación (también llamada intensificación)
  3. Mantenimiento
   Cuando la leucemia se diagnostica, usualmente hay aproximadamente 100 mil millones de células leucémicas en el cuerpo. La destrucción de un 99.9% de estas células leucémicas durante el tratamiento de inducción de un mes es suficiente para lograr la remisión, pero aún permanecen aproximadamente 100 millones de células leucémicas en el cuerpo. Estas células también deben destruirse. Un programa intensivo de 1 a 2 meses de tratamiento de consolidación y aproximadamente 2 años de quimioterapia de mantenimiento ayudarán a destruir las células cancerosas remanentes.




¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A UN PACIENTE DIAGNOSTICADO CON LEUCEMIA LINFOBLÁSTICA?

   Según la Fundación José Carreras, cada año 5.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España. Muchas necesitarán un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad. 3 de cada 4 pacientes no tendrá un familiar compatible.

   El trasplante de médula ósea es la única esperanza para muchos afectados de leucemia y otras enfermedades de la sangre. Consiste en sustituir las células enfermas del paciente por células sanas de un donante.

    Las células madre productoras de sangre que se usan para un trasplante se obtienen ya sea de la sangre, de la médula ósea, o de la sangre del cordón umbilical de un bebé. Con más frecuencia, las células madre que se usan provienen de la sangre.

 



   Hace dos años, el joven marbellí  Pablo Raez hizo viral su lucha contra la leucemia, con el mensaje 'Siempre fuerte' y su reto de llegar al millón de donantes de médula. Su mensaje caló en la sociedad. Las donaciones de médula ósea en Andalucía en el año 2015 ascendieron rondaban las 8.553. Un año después, tras su llamamiento y su lucha contra la enfermedad, el ejercicio la cifra se elevó a 33.951. Es decir, se cuadruplicó.



Trabajo realizado por Marta Ligero
Alumna de 1º Bachillerato B (IES La Atalaya, Conil de la Frontera)

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