sábado, 27 de septiembre de 2014

MISIÓN IMPOSIBLE II Y MARIA LA TIFOIDEA

   Anoche viendo Misión Imposible II me di cuenta de que aborda muchiiiiiiisimos contenidos científicos, quizá sea una película que pueda y deba ser criticada por la irrealidad extrema de muchas de sus escenas, pero volvemos a lo mismo, no deja de ser cine y diversión.


   La nueva misión del agente especial Ethan Hunt consiste en impedir que un despiadado ex-agente que se ha convertido en terrorista internacional se apodere de un virus mortal  (el virus Quimera) y soltarlo sobre Australia si no son atendidas sus pretensiones. El virus puede acabar con la vida de una persona en menos de 48 horas si no se consigue el antídoto, el Belerofonte, por lo que este terrorista puede causar una epidemia a escala mundial. 

   En una de las escenas, la protagonista Nhye, que trabaja como ladrona profesional, se inyecta el virus, por lo que inmediatamente pasa a ser portadora y potencial transmisora del virus a toda la población australiana que tome contacto con ella. El malo malísimo se refiere a ella como "la maria la tifoidea australiana" y aquí enlazamos con el contenido de este post. ¿Quién fue María la Tifoidea y que relación tiene con las enfermedades infecciosas?

   Typhoid Mary, o María Tifoidea, era el apodo con el que se conocía a Mary Mallon, la primera persona conocida que, a pesar de estar sana, era portadora de fiebres tifoideas. 

   
   Nacida el año 1869 en Irlanda, su madre adquirió la enfermedad durante el embarazo y ella nació ya siendo portadora de este bacilo. Emigró a los EE.UU. en el 1884 a los quince años de edad, y aunque el primer trabajo que halló fue como empleada del hogar, gracias a su buen hacer, pasó a convertirse en cocinera, profesión mejor pagada que la primera. Sin embargo, un halo de mala suerte comenzó a rodear a Mary que la obligó a cambiar de casa con más regularidad de la deseada.


   Llegó a Manhattan el año 1901, y los dueños de la casa en la que empezó a trabajar comenzarón a tener fuertes diarreas. La lavandera que trabajaba también allí, murió.

   Se trasladó a la casa de un abogado, y siete de los ocho miembros de la familia comenzaron a sufrir los mismos síntomas que en su anterior trabajo. Se les diagnosticó fiebres tifoideas.

   Decidida a dar un giro a su vida, marcha en el año 1906 a Long Island, donde es contratada de nuevo, y de nuevo con fatales consecuencias: en dos semanas, seis de los siete dueños de la casa son ingresados muy graves en el hospital aquejados igualmente de tifoideas.

   Por otros tres domicilios pasó Mary y, en los tres, los resultados fueron los mismos: tifoideas, tifoideas y más tifoideas, y aunque se negó en numerosas ocasiones a proporcionar muestras analizables, las autoridades consiguieron demostrar que era portadora. Esto es posible porque hay personas que, a pesar de haber estado en contacto con el bacilo que provoca la enfermedad, ellas no la sufren, pero sí son capaces de transmistirla a otras, principalmente a través de la manipulación de alimentos, como era el caso de nuestra “querida” Mary.

   Nuestra protagonista fue condenada a una cuarentena de tres años, tras los cuales fue puesta en libertad a cambio de dejar de ejercer su profesión, pero, terca y obstinada, no hizo otra cosa mejor que cambiar su nombre a Mary Brown -María Marrón, y siguió desempeñando su conocida habilidad de cocinera.

   Nuevos empleos, nuevos domicilios y, por tanto, más enfermos, en total 25 infectados más y otros dos muertos a sus espaldas.

   Mary fue detenida por última vez, ya que fue condenada a cuarentena de por vida. Aún así, logró trabajar en el hospital donde estaba recluida como asistente y como ayudante de laboratorio. Falleció el 11 de Noviembre de 1938 a los 69 años de edad.





   Tan famosa y comentada ha sido su historia, que recientemente han aparecido nuevas versiones de este truculento personaje de la historia de la medicina, en forma de comic .